BRASIL: MULTIMILIONÁRIO ACABA COM ALDEIA PARA
CONSTRUIR UM MEGAEMPREENDIMENTO PORTUÁRIO.
Segunda, 21 de Mayo de 2012 14:46
Amenazas, engaños, presiones y especulación
inmobiliaria son los cimientos sobre los cuales se prevé erigir el
megaemprendimiento Puerto do Açú, al norte del estado de Rio de Janeiro en
Brasil, por parte del más rico de los empresarios de ese país, Eike Batista.
De concretarse, este megapuerto será el más grande de
América del Sur.
Pero además, un resultado necesario de acuerdo a la
lógica extractivista que afecta al continente sudamericano, visualizado como
una cantera de materias primas para ser transformadas en el norte industrial,
incluyendo el “subsidio socio-ambiental” que su extracción implica y que en
ningún caso es contabilizado como costo por parte de los inversionistas.
Si se busca en Internet noticias de este
emprendimiento, se encontrarán cientos de páginas –en todas las lenguas- que
describen las características estructurales y económicas del puerto proyectado.
Muy pocas, sin embargo, registran la violación de derechos humanos y
avasallamiento territorial que son telón de fondo de esta obra que cuenta
además con financiación pública del Estado brasileño a través de varias
agencias crediticias, pese a ser un proyecto del empresario más acaudalado de
todo Brasil, titular de un imperio económico que lo ubica entre los diez más
ricos del planeta.
Se prevé que unas 350 millones de toneladas circulen
anualmente por el proyectado puerto, que de concretarse contará adicionalmente
con industrias siderúrgicas, metal-mecánicas, industrias off-shore (libres de
impuestos), cementeras y aserraderos. Todo ello sobre una superficie de 90
kilómetros cuadrados, territorio que ocupaban unas 1500 familias campesinas que
han venido siendo expulsadas sin pausa desde hace varios años.
Pero la resistencia también existe y Noemi Magalhaes,
mujer de cincuenta años que desde hace un lustro es referente de la lucha
contra el megapuerto, es prueba de ello.
Promediando el mes de abril, Noemi recorrió el largo
camino desde su municipio de São João Da Barra (Rio de Janeiro) hasta Anchieta
(Santa Catarina) para buscar ayuda y solidaridad. Y la encontró. Su caso fue
presentado frente a delegados internacionales participantes de la Fiesta
Nacional de Semillas Criollas organizada por el Movimiento de Pequeños
Agricultores de Brasil (MPA-Vía Campesina).
Noemí, quien dialogó en ese marco con Radio Mundo Real
no tiene tiempo de rodeos: el empresario
Eike Batista, dice, abusó de la fragilidad de una comunidad de pescadores
artesanales, semi-analfabetos en muchos casos, para “ahorrarse” la realización
de investigaciones sobre el impacto ambiental y social de su proyecto. Y
además, para abaratar el costo de las tierras que entre engaños y mentiras, fue
adquiriendo para su proyecto.
Creyendo que salvaguardaban sus pequeños campos
agrícolas, muchas familias estaban en realidad firmando su expulsión, muchas de
ellas, además, sin indemnización alguna.
La “fragilidad” que apunta Noemi se basa en la cultura
local según la cual el derecho a la tenencia y uso de la tierra no está dada
por un título de propiedad sino por una historia familiar de varias
generaciones de agricultores. “Nuestro municipio tiene una historia construida
por nuestros abuelos, nuestros padres y ahora somos expulsados de manera
truculenta”, dijo Noemí.
Activistas, comunicadores y universitarios de varios
países que asistieron al testimonio de esta luchadora anunciaron el inicio de
una campaña de difusión, sensibilización, denuncia y solidaridad para las
familias afectadas por este mega emprendimiento.
Fonte: La
Tribuna 69
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