Vattimo. El filósofo, ayer, en la sede de la ONG, en Almagro, antes de disertar sobre Heidegger y los débiles. |
El asunto es así: el filósofo italiano y actual
eurodiputado Gianni Vattimo llega a Arte sin techo a hablarle a gente que vive
en la calle y a jóvenes voluntarios que trabajan en la ONG sobre el pensamiento
débil y los confronta con el lugar del individuo en la Historia.
Es un programa provocador dado el escenario. Vattimo
interpela con sus reflexiones el lugar cómodo de quienes no duermen en la
calle, pero también obliga a quienes lo hacen a pensarse desde otro lugar. Sus
interlocutores son: el presidente de la organización, Gabriel Sodikman; Ariel
Pennisi y Adrián Cangi, de Editorial Quadrata. A la iniciativa contribuyen el
Instituto Italiano de Cultura y la Embajada de Francia.
Vattimo habla de Heidegger, de Nietzsche, de la
dialéctica y la diferencia, de que “siempre estamos en la Historia”, y de que
“no hay evolución moral de la sociedad”… Y recorre el pensamiento filosófico de
la modernidad.
Dice que “el surrealismo, el cubismo y el
impresionismo fueron modos de rechazo al realismo de la industrialización”.
Agrega que “la historicidad es tomar posición, porque no hay historicidad
prescindente”.
En el espacio de Arte sin techo, en Almagro,
conseguido por la fallecida Felicitas Luisi, que lo fundó sin recursos y con
mucha convicción, Vattimo avanza luego sobre el “nazismo” de Heidegger,
procurando explicar (aunque sin justificarlo) el lugar que ocupa un filósofo en
determinado momento de la Historia, cuando se cruzan dos triunfalismos: el del
capitalismo y el del comunismo.
“Pudo haber sido stalinista (Heidegger) la condición
del intelectual alemán durante el nazismo tenía su explicación. Cuando un
intelectual se une a un universo político es para dominarlo. Por eso muchos
intelectuales devinieron fascistas”, dice Vattimo.
Sobre el estudio del ser en el momento actual de la
Historia, lo que llama “ontología de la actualidad”, Vattimo dice que no tiene
“una verdad objetiva de la Historia, sino una interpretación que confronta con
otras”.
Y pasa después al terreno político: “Los débiles no se
escandalizan pensando que no hay verdad sino interpretación. Se escandalizan
los fuertes. El realismo es de los banqueros”.
Sin pausa, se introduce en la cotidianidad del
ciudadano europeo en tiempos de crisis: “Por escapar del peligro de la
inflación vivimos una vida sin sentido. La crisis europea es resultado de pagar
la deuda”. Vattimo reclama retomar “la condición afirmativa del anarquismo más
radical”, como una nueva forma de “indisciplina social frente a las políticas
de ajuste” Plantea una encerrona trágica, por, que no abre espacio al
optimismo. Al referirse al actual gobierno italiano, dice que usa su tradición
de izquierda para aplicar políticas reduccionistas del gasto, aunque las otras
opciones no son mejores.
Crear nuevos vínculos en las bases parece el camino,
según Vattimo. Y coincide con lo que Arte sin techo viene haciendo, al
articular experiencias autónomas de trabajo vinculante entre los más
vulnerables.
Fonte: Revista Enie
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