Hay indicios de que organizaciones no gubernamentales
(ONG) están aportando, penetrando en entidades populares y sindicales con
afanes conspirativos y desestabilizadores, según el analista político Marcos
Domich, mientras que el ex asambleísta y dirigente indígena Inocencio Yubanure
dijo que los líderes de la novena marcha “son utilizados por la derecha y las
ONG”.
“Es parte de un plan general del imperialismo para
desestabilizar a gobiernos de países progresistas, de avanzada socialista, de
izquierda, donde aparece Bolivia como el eslabón más débil, y donde han
fabricado condiciones internas favorables, y lo hicieron a través del dinero”,
según Domich.
Yubanure dijo que la Agencia de los Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional (Usaid), intervino en 2008 mediante una serie
de programas como el de pequeñas donaciones de la Iniciativa para la
Conservación en la Amazonia Andina, orientado a financiar proyectos que
contribuyan a la conservación de la biodiversidad y el manejo de los recursos
naturales en esa región del país.
“Tarjetitas”
Domich indicó que algunas ONG actúan bajo la careta de
contribuir a organizaciones populares en Santa Cruz, así como para la próxima
realización de una cumbre sindical en Oruro para unas 2.000 personas, gasto que
no está en la capacidad económica de ninguna organización sindical. “No creo
que (en el caso de la novena marcha indígena) el financiamiento sea sólo
producto de las ‘tarjetitas’, hay gran movimiento de dinero, que seguramente
será detectado. Organizaciones sindicales opositoras, así como de defensa del
medio ambiente, manejan dinero mal habido”, apuntó.
“El imperialismo está muy preocupado por la presencia
de un gobierno de avanzada y usa todo tipo de métodos para desestabilizar a Evo
Morales”, dijo Domich, y añadió que recientemente EEUU construyó una base cerca
de Valparaíso, Chile, para “entrenar a militares en situaciones de emergencia,
inundaciones y terremotos, así como en situaciones de conmoción e
intranquilidad civil para restablecer la paz social”.
Algunas
ONGs hacen labor de espionaje
El presidente Evo Morales expresó en febrero su
convencimiento de que algunas organizaciones no gubernamentales (ONG) “son la
quinta instancia de espionaje, no sólo en Bolivia, sino en toda Latinoamérica,
porque mediante las ONG saben lo último de los movimientos sociales y sus
dirigentes”.
Por su injerencia en asuntos internos, en septiembre
de 2008 fue expulsado del país el embajador Philip Goldberg y EEUU respondió
con la expulsión del embajador boliviano Gustavo Guzmán.
El investigador canadiense Jean-Guy Allard denunció en
un reciente artículo en el periódico Granma de Cuba que HRF es una fachada de
la CIA involucrada en el intento de magnicidio contra Evo Morales en 2009, a
cargo del grupo de Eduardo Rósza.
Human
Rights Foundation sería otra ONG al servicio de la CIA
“Esta es una organización que no tiene nada que ver
con la defensa de los derechos humanos. El uso de las ONG es otra manera de
infiltrarse en diferentes comunidades en diferentes sectores intelectuales,
culturales, etc., dándoles un perfil que parece ser una cosa que realmente no
es”, concluyó la abogada.
El presidente de Human Rights Foundation y ficha de la
CIA, Thor Halvorssen, es nada más y nada menos que primo hermano de Leopoldo
López, otra ficha de la CIA
La CIA utiliza a la organización no gubernamental
Human Rights Foundationcon el objetivo de influir en la política de algunos
países de América Latina. Así lo ha revelado un artículo del investigador de
origen canadiense Jean-Guy Allard, publicado en el periódico Granma de Cuba.
Según la publicación, la Inteligencia norteamericana
preparaba campañas contra Bolivia, Ecuador y Venezuela, escondiéndose tras esa
institución. Su autor destaca que la organización está vinculada con el intento
de homicidio del presidente boliviano Evo Morales en el año 2009.
Además asegura que Human Rights Foundation usa medios
de comunicación internacionales para difundir informaciones falsas.
La ONG, con sede en Nueva York, está dirigida por una
persona detenida en Cuba por actos de carácter terrorista. La abogada y
escritora Eva Golingeropina que el uso de dichas entidades es una táctica
tradicional de Washington en la región latinoamericana.
“EE. UU. mantiene una agenda muy activa para intentar
socavar los gobiernos de América Latina, particularmente los que pertenecen a
la organización ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra
América”, aseguró la abogada.
Golinger también enfatizó que el nombre de esta
organización está siendo utilizado para engañar al público y que “la estrategia
de utilizar fachadas, fundaciones, ONG, tanto como otras entidades es una
estrategia ya vieja de las agencias de Inteligencia de EE. UU. y sin duda
alguna en este caso Human Rights Foundation es una de esas organizaciones”.
Fonte: Comunicación
Popular
Nenhum comentário:
Postar um comentário