Um grupo de ex militares haitianos
amotinados na periferia sul da capital do país rechaçou ontem, de forma terminante, o chamado do presidente Michel Martelly a depor as armas. Acompanhe.
Puerto Príncipe, 7 may (PL) Efectivos de la policía
haitiana y de la misión aquí de las Naciones Unidas iniciaron una operación
conjunta contra un grupo de exmilitares amotinados desde inicios de año, tras
fracasar el pago de la indemnización ofrecida por el gobierno.
El vocero de la Misión de las Naciones Unidas para la
Estabilización de Haití, Jim Hoeft, anunció hoy que las dos fuerzas
establecieron la víspera controles de seguridad y detuvieron a dos hombres
armados y vestidos con uniformes militares.
Los controles tienen como objetivos disuadir a las
bandas de hombres ilegalmente armados, indicó Hoeft.
Integrantes de las desaparecidas Fuerzas Armadas
Naciones de Haití (FADH) tomaron desde enero pasado antiguas zonas militares,
de las que se niegan a partir pese a las órdenes del Ejecutivo.
Los exsoldados ocuparon los terrenos en la periferia
capitalina, principalmente en Delmas y Carrefour, y demandaron una
indemnización por 15 millones de dólares para compensar sus pérdidas tras la
desaparición del Ejército hace 18 años.
Sin embargo, cuando el gobierno accedió al pago de la
suma, los hombres la rechazaron y dijeron que solo quedarán satisfechos cuando
se restaure el Ejército.
"Hemos decidido que no vamos a retroceder",
dijo el jefe de los amotinados, Larose Aubin, en una rueda de prensa.
Las desaparecidas FADH estuvieron formadas por unos
ocho mil hombres y fueron disueltas en 1994 por el exmandatario Jean Bertrand
Aristide tras ser artífices de numerosas violaciones de los derechos humanos y
golpes de Estado.
El presidente Michel Martelly ordenó en noviembre
anterior la creación de una comisión civil que se encargaría de gestionar el
restablecimiento del poder militar.
El programa contempla la contratación de un primer
contingente de tres mil 500 efectivos y una inversión a largo plazo de 95
millones de dólares.
Aubin comenzó a reclutar a los exsoldados desde
finales del año pasado, tras conocer la decisión de Martelly, y según sus
cifras, el número actual ronda los tres mil 500.
La Minustah, por su parte, aseguró desde febrero
anterior que los cascos azules estaban listos para intervenir y desarmar a esos
grupos, si así lo solicitaba la policía, pues no pueden intervenir legalmente
sin la autorización de esta.
La Red Nacional de Derechos Humanos consideró que los
exmilitares constituyen una amenaza grave y real para la seguridad de la nación
caribeña.
Actualmente los trabajos de seguridad están a cargo de
la Minustah y de la Policía Nacional de Haití.
Fonte: Prensa
Latina
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