Título original: Brasil entre los 11 países con mayor gasto militar a nivel mundial
Santiago Pérez*
La expansión del presupuesto de defensa y la
importancia de las Fuerzas Armadas para las nuevas necesidades de la diplomacia
brasileña. Brasil aumentó un 34% sus
gastos militares entre 2011 y 2012. El número fue difundido por el Ministerio
de Defensa. Buena parte de los recursos se destinaron a programas considerados
estratégicos, como el desarrollo de submarinos para la Marina, la modernización
de aeronaves caza y el desarrollo del avión de transporte KC-390, el cual aún
no se encuentra disponible. Otras áreas que recibieron una inyección de
recursos fueron la actualización de sistemas de artillería aérea y la
recuperación de equipos deteriorados. Según el informe los gastos globales del
sector eran de 3.250 millones de dólares en 2011 y ascendieron a 4.350 millones
en 2012. De acuerdo con un ranking
elaborado por SIPRI (Instituto Internacional de Estudios para la Paz de
Estocolmo) Brasil se encuentra actualmente en la posición número 11 en el
listado de países que más gastan en defensa a nivel mundial. Los tres primeros
lugares del cuadro están ocupados por Estados Unidos, China y Rusia. El Gobierno Federal de Brasil destacó que
las inversiones militares se encuentran en franca e ininterrumpida expansión desde
2004. El aumento en términos absolutos durante el mencionado período fue de
480%, de 750 millones de dólares en 2004 a 4.350 millones en 2012. ¿Por qué Brasil necesita incrementar sus
gastos de defensa? El crecimiento de
los gastos de defensa brasileños está impulsado por la necesidad del país de
acercarse en volúmenes a sus socios del BRIC y a otras potencias relevantes
para el equilibrio político global. La cuestión regional, que en el pasado fue
prioritaria, se encuentra superada. Brasil invierte en defensa tres veces más
que Colombia, nación que conserva el segundo presupuesto militar
latinoamericano y diez veces más que Argentina, antiguo competidor por el
liderazgo subcontinental. El rol de
Brasil dentro del sistema internacional como una potencia emergente hacen del
mantenimiento de unas poderosas fuerzas armadas un factor central para la
ejecución de una efectiva diplomacia. En lo que respecta a los asuntos que
competen a la alta política internacional, los ministerios de Relaciones
Exteriores y Defensa operan en forma coordinada y alineada. Solo basta observar
como manejan su política exterior Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia
y China para comprobar empíricamente esta pequeña afirmación. En Itamaraty
trabajan sobre esta premisa hace ya mucho tiempo. Al mismo tiempo la expansión de los gastos
de defensa responde a la lógica necesidad de defender correctamente los
importantes recursos naturales que atesora la extensa geografía brasileña. Las
reservas de agua potable, el petróleo recientemente descubierto en el subsuelo
marino, las riquezas existentes en el Amazonas así como también otros activos
forman un patrimonio que pertenece a las futuras generaciones brasileñas y
deben ser correctamente protegidos. Una
visión real del mundo Son muchos los
gobiernos latinoamericanos que cuestionan verbalmente el orden global y acusan
a los países centrales de “imperialistas” o “colonialistas”. Por más discursos
que se pronuncien, la lógica del funcionamiento del sistema internacional
seguirá siendo la misma. En Brasil han aceptado las reglas de juego y trabajan
en ese sentido. Contar con un brazo militar relevante le permitirá a la
política exterior brasileña tener peso cierto en las discusiones de alta
política internacional.
*Licenciado en Relaciones Internacionales
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