Título original: EL OCASO DE LA GLOBALIZACIÓN
POR GERMÁN GORRAIZ LOPEZ
El fenómeno de la globalización económica ha
conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén
interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la
convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos por lo que la
crisis económica será global y vinculante. Para llegar a dicha crisis, (cuyos
primeros bocetos ya están perfilados y que terminará de dibujarse en el próximo
quinquenio), han contribuido los siguientes elementos:
* Sustitución de la doctrina económica de Equilibrio
presupuestario de los Estados por la del Déficit endémico, práctica que por
mimetismo, adoptarán las economías domésticas y las empresas y organismos
públicos y privados contribuyendo a la desaparición de la cultura del ahorro,
endeudamiento crónico y excesiva dependencia de la Financiación Exterior aunado
con la instauración del consumismo compulsivo en los países desarrollados,
favorecido por el bombardeo incesante de la publicidad, el uso irracional de
las tarjetas de plástico, la concesión de créditos instantáneos con sangrantes
intereses y la invasión de una marea de productos manufacturados de calidad
dudosa y precios sin competencia, provenientes de los países emergentes.
* Política suicida de las principales entidades
bancarias mundiales, en la concesión de créditos e hipotecas de alto riesgo:
Inmersos en la vorágine expansiva de la economía mundial del último decenio y
en aras de optimizar su cuenta de resultados, actuarán obviando las más elementales
normas de prudencia crediticia, convirtiéndose en meros brockers especulativos
y descuidando las dotaciones a los Fondos de Provisión e Insolvencia.
Unido a la falta de supervisión por parte de las
autoridades monetarias de los índices de solvencia de las entidades bancarias,
originará la crisis de las subprime de EE.UU., seguida de un goteo incesante de
insolvencias bancarias, una severa contracción de los préstamos bancarios y una
alarmante falta de liquidez monetaria y de confianza en las instituciones
financieras.
* Obsesión paranoica de las multinacionales apátridas
o corporaciones transnacionales, por maximizar los beneficios, debido al
apetito insaciable de sus accionistas, al exigir incrementos constantes en los
dividendos. Para ello, no han dudado en endeudarse peligrosamente en aras del
gigantismo, mediante OPAS hostiles e intensificando la política de
deslocalización de empresas a países emergentes, en aras de reducir los costes
de producción, (dado el enorme diferencial en salarios y la ausencia de
derechos laborales de los trabajadores), lo que ha provocado un severo impacto
en los sectores del calzado y marroquinería, textil, equipamiento deportivo,
electrodomésticos de baja y media gama e industria auxiliar del automóvil de
los países desarrollados, la consiguiente inanición laboral y el retorno a
tasas de paro desconocidas desde la II Guerra Mundial.
* Brutal incremento del consumo de materias primas y
productos elaborados por parte de los países emergentes, debido a sus
espectaculares crecimientos de los PIB anuales en el último decenio que
coadyuvado por la intervención de los brockers especulativos, ha conllevado una
espiral de aumentos de precios imposibles de asumir por las economías del
Primer Mundo, (al no poder revertirlas en el precio final del producto dados
sus altos costes de producción). Como consecuencia de lo anterior, se ha
producido una sensible pérdida de su competitividad, estancamiento de sus
exportaciones y aumento de los Déficits por Cuenta Corriente y Deuda Externa, dibujándose
un escenario a cinco años en el que se regresaría al proteccionismo económico,
con la consiguiente contracción del comercio mundial y subsiguiente finiquito a
la globalización económica.
* ¿Hacia la crisis alimentaria mundial?: La carestía
de productos agrícolas básicos para la alimentación (trigo, maíz, arroz, sorgo
y mijo) y el incremento bestial de dichos productos en los mercados mundiales
que tuvo su punta de iceberg en el 2.007, irá presumiblemente in crescendo a lo
largo de la próxima década hasta alcanzar su cenit en el horizonte del 2.021.
Para llegar a dicha crisis, (cuyos primeros bocetos ya están perfilados y que
terminará de dibujarse con toda su crudeza al final del decenio) han
contribuido los siguientes elementos:
* Desarrollo económico suicida de los países del
Tercer Mundo con crecimientos desmesurados de macrourbes y megacomplejos
turísticos y la consiguiente reducción de superficie dedicada al cultivo
agrícola aunado con el cambio de patrones de consumo de los países emergentes
(debido al aumento espectacular de la clases medias y su poder adquisitivo), la
debilidad del dólar y el hundimiento de los precios del crudo con el
consiguiente desvío de inversiones especulativas a mercados de materias primas.
A ello se unirá el incremento del uso por los países
del primer mundo de tecnologías depredadoras (biocombustibles) que bajo la
etiqueta BIO de países respetuosos con el Medio Ambiente no dudarán en
fagocitar ingentes cantidades de maíz destinadas en un principio a la alimentación
para la producción de biodiesel, aunado con inusuales sequías e inundaciones en
los principales graneros mundiales. Recordar que el repunte en los precios de
los productos agrícolas en el 2012 se debió a factores coyunturales, como las
malas condiciones climáticas (sequías, falta de humedad y bajas temperaturas)
que se registraron en las principales zonas productoras del mundo en el 2012 .
Así, según prensa.com, la ola de calor y la persistente sequía en estados
graneros de EEUU, tuvo un efecto inmediato en el alza del precio de los
cereales (la soja alcanzó en la Bolsa de Futuros de Chicago (CBOT) un nuevo
récord y el maíz se situó en el precio más alto en cuatro años con subidas del
30%).
Con respecto al 2013, según managementsociety.net,
importantes estados-granero de EEUU habrían sufrido fuertes lluvias y nevadas
que han originado el retraso en la siembra de los cultivos y que está ya
ejerciendo presiones al alza en los precios. Así, el Departamento de
Agricultura de EEUU (USDA), anunció que a fecha de 28 de abril, el maíz
sembrado en EEUU alcanzaba tan solo el 5% del total esperado y respecto al
trigo de primavera la extensión sembrada sería de tan sólo un 12%, lo que
además de retrasar las fechas de cosecha podría afectar seriamente a los
rendimientos agrícolas.
Teniendo en cuenta que EEUU maneja los inventarios de
maíz más bajos desde el año agrícola 1995/96, que se trata del principal
exportador mundial de trigo, maíz y soja (porcentajes del 22% , 32% y 37%
respectivamente) y que es previsible el regreso de la especulación de la mano
de los fondos de inversión agrícolas , no sería descartable que los precios de
las commodities agrícolas (trigo, maíz y soja), se disparen hasta niveles
estratosféricos en el segundo semestre del 2013, con los consiguientes efectos
colaterales en incontables países.
Por otra parte, el hundimiento del precio del crudo
durante el Bienio 2.008-2.010 (a pesar de los sucesivos recortes de producción
por parte de la OPEP) debido a la severa contracción de la demanda mundial y a
la huida de los brockers especulativos, ha imposibilitado a los países
productores conseguir precios competitivos (rondando los $90) que permitirían
la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y búsqueda de nuevas
explotaciones, por lo que no sería descartable un posible Estrangulamiento de
la producción mundial del crudo en el horizonte del 2018.
Ello originará presumiblemente una psicosis de
desabastecimiento y el incremento espectacular del precio del crudo (rondando
los $150) que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de
transporte y de los fertilizantes agrícolas, lo que aunado con la aplicación de
restricciones a la exportación de los principales productores mundiales para
asegurar su autoabastecimiento terminará por producir el desabastecimiento de
los mercados mundiales, el incremento de los precios hasta niveles
estratosféricos y la consecuente crisis alimentaria mundial que afectaría
especialmente a las Antillas, México, América Central, Colombia, Venezuela, Paraguay,
Egipto, India, China, Bangladesh, Corea del Norte y Sudeste Asiático,
ensañándose con especial virulencia con el África Subsahariana y pudiendo pasar
la población atrapada en la inanición de los 1.000 millones actuales a los
2.000 millones estimados por los analistas.
Junio de 2013.
Fonte: Cronicon.net
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