Título original: América Latina se encuentra cercada por Estados Unidos a través de sus 76 bases militares
por Nicolás Rojas Scherer
Miradas al Sur
Entrevista con la socióloga argentina Rina Bertaccini,
coordinadora del documento sobre bases militares norteamericanas en América
Latina y los puestos castrenses británicos en las Islas Malvinas elaborado en 2012
por la Ctera y el Mopassol. La investigadora social analiza la actualidad del
imperialismo: “Está aplicando políticas actualizadas para dominar a los pueblos
y sus bienes naturales”, afirma.
Una investigación elaborada en 2012 en conjunto por la
Ctera y el Mopassol sobre Malvinas daba cuenta de más de 40 bases militares
extranjeras en América latina.
Respecto de la base de Mount Pleasant, Isla Soledad
(en Malvinas), se podía leer en el documento: “En ella operan de modo
permanente por lo menos 1.500 militares y 500 civiles británicos. El
equipamiento dispuesto en la base es similar al que los efectivos británicos
tienen en Irak y Afganistán. Hay instalados silos y rampas para el lanzamiento
de armas nucleares”.
La principal coordinadora de esta reveladora
investigación, Rina Bertaccini, brindó una entrevista a Miradas al Sur para
hablar de la actualidad del imperialismo.
– ¿Qué vigencia conserva el concepto “imperialismo”
que, para el “mainstream” de la intelectualidad occidental, permeado profundamente
en universidades y centros de pensamiento latinoamericanos, pareciera haber
sido enterrado con las reliquias de la Unión Soviética?
– Lo que tiene actualidad en nuestro mundo
contemporáneo es el imperialismo. Y lógicamente, si el imperialismo existe,
está bueno poder definir conceptualmente de qué se trata. En realidad lo que es
rigurosamente actual es la existencia del imperialismo. Se puede analizar desde
el punto de vista teórico –hay muchas definiciones de imperialismo– pero
también se puede ver el imperialismo por las consecuencias de los actos que
realiza. Y entonces no hace falta irse muy lejos. El imperialismo es la guerra
en Libia, el imperialismo es la preparación de las agresiones contra Siria, el
imperialismo es la amenaza contra Irán, el imperialismo es el conflicto en la
península de Corea, todo eso es la forma concreta de visualizar que el
imperialismo existe y que actúa en contra de los intereses de los pueblos. Por
lo tanto, sí es necesario poderlo definir conceptualmente. Mucha gente creyó
que con el fin de la guerra fría, con la disolución de la URSS, se entraba a
una etapa en la que como no había enemigo visible ya no había posibilidad del
estallido de una guerra. Sin embargo, la vida demostró exactamente lo
contrario: el imperialismo norteamericano o estadounidense, que es la cabeza de
todas las potencias imperialistas, está fogoneando conflictos en un montón de
regiones, además de invasiones, intervenciones, formas de guerra solapada,
formas de agresión ideológica y cultural. Todo eso es el imperialismo. Ahora,
¿cómo lo puede ver la gente que vive en nuestro continente? Porque acá lo
importante es que quien lea esas informaciones se sienta comprometido a hacer
algo.
– Pareciera que el imperialismo, al ser algo tan
grande y tan abstracto, no tocara a la gente común y corriente de la calle…
– Exacto. Ése es el punto por el cual yo decía, uno
tiene que encontrar la forma de comprender que el asunto le interesa
directamente. Entonces, en América Latina y el Caribe, hablando genéricamente,
el imperialismo es visible de muchas maneras pero hay una que no ofrece ninguna
duda, que es la presencia militar de los Estados Unidos, de Gran Bretaña y de
Francia en bases militares enclavadas en territorio soberano. Y eso lo puede
visualizar cualquiera. En la Argentina, por ejemplo, ¿dónde tienen una base militar?
En Malvinas, y ahí se ve la relación entre el viejo imperialismo colonizador de
los británicos con su alianza con Estados Unidos y el resto de los países de la
OTAN, porque esa base es de la OTAN. Cuando el gobierno argentino le reprocha a
Gran Bretaña no sentarse a negociar, de vender licencias de pesca, con lo cual
grandes buques factorías se roban nuestros recursos naturales del mar
argentino, o cuando vende licencias de exploración de petróleo a grandes
transnacionales que se instalan con una plataforma en nuestras Malvinas, eso es
imperialismo, claramente. Cuando el gobierno argentino protesta, ¿qué le
contesta Gran Bretaña? Que claro, que van a seguir sosteniendo y utilizando la
plataforma de exploración de petróleo, que van a seguir vendiendo licencias
para exploración de petróleo y licencias de pesca, porque en ese caso ellos van
a defender ese “derecho”, aunque en verdad es un robo, van a defender ese robo,
con la base militar que tienen en nuestras Malvinas. Es decir, ahí está claro
de qué se trata, pero para esto es necesario ver en concreto qué hace el
imperialismo, no es lo único que hace, lo que pasa es que lo militar es muy
fuerte.
– Usted ha denunciado varias veces esto de la cultura
estratégica, esta asociación entre el Comando Sur y la Universidad de Florida
en la cual se estaría realizando una especie de “análisis antropológico”, de
las distintas naciones y pueblos latinoamericanos, pero que una antropóloga
estadounidense llamada Adrienne Pine ha denunciado como una operación ideológica…
– En realidad, ese convenio es para hacer talleres
financiados por el Comando Sur, acordados por ellos mismo y la Universidad
Internacional del Estado de Florida, donde en cada uno de esos talleres va
tratando o va considerando de qué se trata la cultura de cada uno de nuestros
países de América Latina y el Caribe. Nosotros sabemos que ya se han hecho 16
de esos encuentros. Entonces, la denuncia que hace la antropóloga es que en
realidad lo que quieren hacer es lisa y llanamente penetración o dominación
cultural y que para eso quieren insertar su concepción de la cultura y del
mundo reemplazando a la cultura de cada uno de nuestros pueblos. Y eso es
directamente un objetivo de dominación cultural. Nosotros hemos empezado a
analizar algunos de esos trabajos. A simple vista aparecen como trabajos
burdos, parecen tonterías, las primeras impresiones de las compañeras que
empezaron a traducir para los que no leemos inglés es que esto es una cosa que
no sirve para nada, pero en realidad hay que leerlo con más detenimiento,
porque ellos ponen ahí lo que quisieran que fuera el pensamiento cultural de
nuestro pueblo. Ésa es la gran tergiversación
– ¿Esto es específicamente para cada uno de los
países?
– Sí, y convocan, pero, ¿a quienes convocan? Convocan
a algunos pocos académicos que les pagan todo para ir ahí y participar en los
debates, pero después quienes hacen esos resúmenes de esos talleres son dos o
tres, y las cosas que ponen ahí sobre nuestros antecedentes o nuestra
idiosincrasia es todo lo que ellos quisieran que fuéramos nosotros para que nos
puedan dominar. O sea que eso no es ni ingenuo ni tonto ni nada que se le
parezca. Bueno, si hablamos de la Argentina, el político invitado ahí fue
Ricardo López Murphy, que es un representante de la derecha de nuestro país. Es
decir, podían haber invitado a unos cuántos intelectuales, pero no, invitaron a
este hombre. Y también hay jefes militares.
– Y esto bajo una universidad que supuestamente es una
de las más grandes y prestigiosas de Norteamérica, como la de Florida.
– Bueno, el Estado de Florida es famoso por ser uno de
los más reaccionarios de todos. Hay que tener en cuenta que gracias a ese
Estado y a su hermano gobernador ganó Bush en su momento las elecciones a
presidente de Estados Unidos. Pero en las formulaciones de Adrienne Pine ella
define la cultura estratégica como propaganda proimperialista. Lo que quiero
decir es que los jefes del Comando Sur, del Pentágono, tienen claro lo que
quieren con esto, no es casual que estén haciendo esto porque ellos tienen
documentos elaborados donde hablan de una doctrina que llaman dominación de
espectro completo. Ahora, ésa es una doctrina militar; ¿qué quiere decir de
espectro completo? Que ellos no plantean sólo la dominación militar ni sólo la
dominación política, ni sólo la dominación económica, en realidad de lo que
están hablando es dominación cultural que engloba a todo eso, y eso tiene
directa relación con esos engendros que ellos llaman de cultura estratégica de
cada país.
– ¿Cuántas bases militares norteamericanas tienen
contadas ustedes hasta el momento en Latinoamérica?
– Entre Sitios de Operaciones Avanzadas (SOA), bases
militares tradicionales y demás, hay chequeadas 76, en estudio hay 10 o 15 más.
– Ese número, ¿puede crecer?
– Totalmente. En tres años pasamos de 21 a 76. Y
nuevas formas de bases, Centros de Operaciones para Prevención de Desastres,
centro de operaciones para ayudar a las operaciones de paz de la ONU como en
Concón.
– ¿Algunas bases ni siquiera tienen militares
norteamericanos, no?
– Mariscal Estigarribia no tiene un solo militar
norteamericano, pero tiene la pista más extensa de América latina, donde pueden
despegar y aterrizar aviones con todo lo necesario para una invasión o
cualquier tipo de operativo militar. Ahora, por ejemplo, están proliferando en
Perú un montón de Centros de Operaciones de Emergencia Regional. El último que
conocemos y está chequeado, porque tenemos diez más a investigar, está en
Piura. Y qué casualidad que Piura es una localidad que queda al oeste de
Ecuador, es como una cuña que penetra por el costado de Ecuador por el
Pacífico. Ese centro se instala después de que el presidente de Ecuador echó a
los yanquis de la base de Manta. Pero detrás de esa base en Piura, ahora ha
aparecido en los diarios de Perú y de otros lugares que hay por lo menos diez
más. Todas son bases pequeñas. Pareciera que fuera más bien como una red de
pequeños puntos de operaciones.
Pasa que ellos ya tienen las troncales grandes, no
necesitan enormes bases como la de Malvinas o la de Mariscal Estigarribia o la
de Palanquero, eso ya lo tienen. Pero además hay una reformulación del ejército
norteamericano, que sea un ejército más dinámico y no tan centrado en la
potencia pesada de fuego exclusivamente. La reformulación tiene que ver con que
ellos con los actuales avances tecnológicos necesitan cosas diferentes. Una
base de operaciones puede ser un radar y un sistema básico de comunicación, eso
puede ser una base de operaciones, porque con eso ejercen control. Por supuesto
que después tienen las otras grandes bases. Ellos funcionan en red o en
realidad más que una red es una trama que es algo mucho más entrelazado.
Entonces, bueno, esas son cosas concretas, son presencias específicas de las
políticas imperialistas. Ellos elaboran un concepto como el de dominación de
espectro completo, es decir, en todos los planos, y después lo trabajan a
través de su presencia directa en las zonas que a ellos les interesa dominar.
Por poner un ejemplo, la presencia del litio en las fronteras entre Argentina,
Bolivia, Chile y Perú convierte esta porción de los Andes en una zona que les
interesa dominar.
– Países que son parte de la Alianza del Pacífico…
– Claro, es que la Alianza del Pacifico son cuatro
países principales más algunos asociados. Los principales son Colombia, Perú,
México y Chile. Pero después, Panamá está asociado, ellos buscan ahora asociar
a otros países de América Central, es decir, están trabajando en esa dirección.
Ellos han conspirado para tratar de fraccionar Bolivia, separar toda la parte
de la media luna del resto del territorio boliviano aunque no lo consiguieron
pero trabajan en esa dirección. Es decir, volviendo a la pregunta inicial, la
cuestión es que el imperialismo mismo nos está demostrando que no sólo existe
sino que aplica políticas actualizadas para dominar a los pueblos, para dominar
sus bienes naturales, para dominarlos territorialmente, para extender su
influencia. Por ejemplo, la IV Flota se puede pensar de distintas maneras, pero
lo que sí está claro es que son una cantidad enorme de naves.
– Pero, aún así, Rusia hizo unas maniobras conjuntas
con Venezuela en el “mare nostrum” norteamericano.
– Es que la IV Flota es tanto potencia de fuego como
un conjunto de bases militares móviles, pues las dimensiones de esas naves son
enormes, como los portaaviones, y cumplen una gran cantidad de funciones. Sin
embargo, ellos dicen que cumplen funciones humanitarias, lo cual es una enorme
mentira. Ellos posicionaron un portaaviones cuando fue el terremoto en Haití y
prácticamente no podía llegar la solidaridad porque estaban bloqueando el
puerto. O sea, la IV Flota cumple muchas funciones pero entre ellas se le puede
considerar como un conjunto de bases militares móviles, pequeñas, pero
absolutamente funcionales. Ahora ellos han ido consiguiendo en la Costa del
Pacífico y también en el Caribe puertos que aprovisionen a todas las naves de
la IV Flota. Por ejemplo, la región de Turbo en Colombia, en el caribe
colombiano, que es una entrada muy grande como si fuera una especie de
estuario; allí hay una zona de aprovisionamiento de la IV Flota. Pero en el
puerto del Callao, en el Perú, hay otra zona de aprovisionamiento, entre otras.
O sea que todas las bases aeronavales que ellos instalaron en los últimos 2 o 3
años en Panamá, que son muy pequeñas, pero todo ello, les sirve como formas de
aprovisionamiento para sus planes generales de dominación. De forma que el
imperialismo se preocupa de mostrarnos que existe, que actúa en función de sus
intereses y contra los pueblos.
Polo
Democrático, Buenos Aires, 26
de mayo de 2013.
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