Título original: Una enfermedad contagiosa y mortal: Consumopatía
23/08/14
Se expande por el mundo, es ya una pandemia. No figura
en el listado de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud. No se
enseña en las Facultades de Ciencia de la Salud. No existen vacunas ni
medicamentos contra ella.
Se llama Consumopatía. Se presenta tanto en formas
agudas como crónicas.
Los síntomas son variados: individualismo,
competitividad, pérdida de la solidaridad. Son frecuentes las adicciones, los
estados de estrés y las conductas compulsivas.
Ha surgido como consecuencia de haberse impuesto en el
mundo una cultura que prioriza tener cosas materiales, acumular fortunas y
detentar poder.
Es contagiosa. Se propaga en las conversaciones,
mirando televisión, escuchando radio, leyendo periódicos y revistas.
Es solapadamente mortal. Existen corporaciones que
para alimentar la Consumopatía que ellas mismas han inducido y constantemente
estimulan, agreden al Planeta poniendo en riesgo la supervivencia de la especie
humana.
Estas corporaciones deforestan, contaminan, envenenan,
succionan petróleo, queman carbón, construyen megarepresas y centrales
nucleares, destruyen los paisajes con minería a cielo abierto y con el
fracking. Su voracidad de lucro no tiene límites ni consideraciones.
En un mundo de tanta desigualdad e inequidad, esta
enfermedad no respeta edades ni condiciones económicas. Continuamente crea
nuevas necesidades, tanto para quienes viven en la opulencia como en la
pobreza. Provoca un estado de insatisfacción permanente, ya que hace que
siempre se apetezca algo más.
Es una patología que provoca guerras, violencia, daños
de todo tipo.
¿Qué hacer?
Jamás quedar paralizados o ser meros espectadores.
Todas y todos tenemos que ser protagonistas movilizándonos para curar esta enfermedad.
Sería un saludable hábito reflexionar sobre lo que consumimos cada día en
nuestro hogar, personalmente y en familia.
Un hábito también trasladado a nuestro ámbito laboral,
a las instituciones, a nuestra vecindad. Urge advertir a los pueblos amenazados y construir una
nueva cultura de amor a la Vida, en la cual crezcan y se desarrollen las nuevas
generaciones de cachorros humanos.
¿Es esto posible?
¡Claro que sí!
Cada vez más personas en diferentes ámbitos toman
consciencia que estamos interrelacionados entre todas y todos y con toda forma
de vida, que somos Cosmos. Se está generando la Nueva Consciencia de la
pertenencia.
Nos da esperanzas que difunde por el mundo la
Alegremia. La Alegremia nos ayuda a mirarnos a nosotros mismos, a
mirarnos a los ojos y a reconocer las NVI, las Necesidades Vitales
Indispensables: Aire puro, Agua limpia, Alimentos saludables, Albergue digno,
Amor en las relaciones, espacios de Arte para desarrollar todas nuestras
potencialidades creativas. La Alegremia promueve Amistad, Armonía, Aprendizaje,
Actividad física.
Tenemos una manera entusiasta de detener la pandemia
de la Consumopatía. ¿Cómo? ¡Promoviendo la Pandemia de la Alegremia!. No hay aparato publicitario para ello. No lo necesita
por otra parte. No es cuestión de “desarrollarnos”, ni de tener, sino de vivir
en plenitud. Es la fuerza del amor a la vida que se abre paso y
triunfa.
Fonte: Ecoportal.net
Nenhum comentário:
Postar um comentário