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sábado, 22 de novembro de 2014

“Sobre el marxismo japonés”: Elena Louisa Lange*

21/11/2014

El marxismo japonés es prácticamente ignorado en el mundo francófono. Sin embargo, Marx es debatido intensamente en Japón desde los años 1920. Elena Louisa Lange, filósofa y especialista en el marxismo japonés, nos introduce los hitos de la recepción japonesa de la teoría marxista: sobre la naturaleza del capitalismo japonés, la reelaboración de nociones a partir del “marxismo occidental” (reificación, alienación, etc.) y alrededor de la interpretación de El capital, destacando los riesgos de una teoría estrechamente economicista y la riqueza de las nuevas lecturas de Marx.

Entrevista realizada por Vincent Chanson y Frédéric Monferrand para Période.

El marxismo japonés es poco conocido en el ámbito francófono. Exceptuando algunos estudios como el de Jacques Bidet, Kozo Uno et son école. Une théorie pure du capitalisme, aparecido en el Dictionnaire Marx Contemporain, o el número especial de la revista Actuel Marx (Le marxisme au Japon, nº2, 1987) y otros pocos textos, esta tradición está ausente en los debates contemporáneos del marxismo francés. Podría introducirnos brevemente las principales corrientes y las figuras más destacadas de esta tradición?

Hablando en general, es difícil encontrar en el Japón de posguerra un intelectual que de algún modo u otro no haya “coqueteado” con el marxismo. La reelaboración de la tradición marxista en Japón fue tan influyente después de la Primera Guerra Mundial que incluso los intelectuales conservadores sabían que tenían que nombrar a Marx para ser tomados en serio en los debates públicos. No hace falta decir que las teorías marxistas sufrieron no poca resistencia y represión: en las primeras fases de la recepción de Marx en Japón, en la era Meiji (1862-1912), en la era Taishō (1912-1926) y, sobretodo, en la primera parte de la era Shōwa (1926-1945). Cuando al inicio de la era Meiji, el periodo de “occidentalización”, se llevó a cabo la masiva y concentrada recepción de la filosofía occidental -consistente básicamente en un enorme proyecto de traducción para el cual el gobierno imperial creó un ministerio especial-, se introdujeron, naturalmente, lo que se ha dado en llamar la “filosofía burguesa”. Es decir, el idealismo alemán, el racionalismo británico y el empirismo y vitalismo francés (Bergson). Ciertamente, el Manifiesto del Partido Comunista fue traducido al japonés en 1904 por un activista político, Kōtoku Shūsui. Pero en general, el temprano movimiento socialista fue constantemente perseguido durante la era Meiji. No fue hasta los años 1920 que aparecieron publicaciones marxistas, notablemente el primer volumen de El capital, que fue traducido en 1920 y al que siguieron los volúmenes II y III en 1924. Aunque, para poder ampliar este fenómeno en su conjunto, tuvo que llegar la derrota de Japón frente al ejército norteamericano -que irónicamente, en un primer momento, apoyó abiertamente el estudio de Marx en escuelas y universidades. Pero Marx no era un tema exclusivamente académico. La fuerte presencia del marxismo en los debates públicos influenció la sociedad japonesa de posguerra. Estos debates, en forma de mesas redondas y publicaciones en periódicos como Asashi Shinbun (probablemente comparable a Le Monde), formaron durante mucho tiempo parte de la tradición intelectual japonesa. En general, podríamos decir que esta fuerte y concentrada recepción de la elaborada metodología marxiológica, especialmente en lo referente a la Crítica de la Economía Política, después de la Primera Guerra Mundial, es comparable al vigor de la recepción de Hegel e incluso Darwin a finales del siglo XIX.

En lo referente a las corrientes marxistas en Japón, debe mencionarse el papel del Partido Comunista Japonés, de sus miembros, sus disidentes y sus disputas, igual que el famoso debate sobre el capitalismo japonés de los años 1930. De todos modos, no me extenderé en este punto dado que Jacques Bidet ha presentado ya al público francés los aspectos principales del debate. En lugar de ello, me gustaría destacar, aunque sea brevemente, las corrientes “heterodoxas”. Las corrientes marxistas/marxianas más influyentes destacaron en los estudios culturales, en literatura y en filosofía, juntamente con la economía política marxista que fue la más académica. Se pueden encontrar figuras destacadas de la corriente literaria, especialmente del movimiento de literatura proletaria, desde Nakano Shigeharu (1902-1979) hasta Yoshimoto Takaaki (1924-2012), quién fue el padre del famoso escritor Banana Yoshimoto y figura popular del movimiento estudiantil de izquierdas en 1968.

Respecto al campo de la filosofía marxista, aunque es muy difícil escoger uno o dos nombres, debe mencionarse a Hiromatsu Wataru (1933-1994), el que seguramente sea el secreto mejor guardado del marxismo japonés dado que ninguno de sus textos está disponible en lenguas occidentales. Wataru estudió en profundidad la idea de reificación explorando el concepto en todas las dimensiones epistemológicas imaginables. También Umemoto Katsumi (1912-1974), filósofo marxista que tuvo como referencias principales las Tesis sobre Feuerbach y La ideología alemana. Katsumi fue un autor importante en el “debate sobre la subjetividad” en 1946-1948. Este debate abordó la cuestión del individuo en el materialismo histórico, pero se convirtió en una discusión limitada y muy influida por el trasfondo del existencialismo heideggeriano. Hace falta recordar que a menudo el lenguaje en el que se desarrollaron los debates sobre Marx estuvo fuertemente marcado por la jerga existencialista. Sartre era sin duda una estrella en Japón, e incluso aquellos que eran críticos con él utilizaban categorías como el “ser” y la “nada”.
En el plano del marxismo cultural (cultural marxism), debe mencionarse Tosaka Jun (1900-1945). Tosaka es un autor demasiado importante para ser tratado solo superficialmente, perdonen la brevedad. Fue estudiante del filósofo conservador, el idealista Nishida Kitarō, pero se convirtió en un crítico del idealismo y muy pronto adoptó el materialismo como proyecto filosófico. Fundó en 1932 el “Grupo de Investigación en Materialismo” (yuibutsu ron kenkyūkai) donde se discutían no solo cuestiones filosóficas sino también problemas de actualidad como la irrupción del fascismo, el papel de los medios de comunicación, la ideología… Por supuesto, Tosaka fue detenido y murió en prisión el 1945. En mi opinión ha sido uno de los pocos autores que ha tomado seriamente la Tesis 11 sobre Feuerbach y fue el único crítico consecuente de la sociedad japonesa en un momento en el que era prácticamente imposible sostener posiciones disidentes. Otro crítico “cultural” muy influyente fue Maruyama Masao (1914-1996), quién sin embargo no era marxista pero su línea de pensamiento, que incluye un enfoque psicoanalítico de la crítica de la sociedad, recuerda ciertos planteamientos de la Escuela de Frankfurt a pesar de no haberla conocido.

En lo referente a la Crítica de la Economía Política, el abanico de la economía marxista se extiende desde las críticas al uso de la pobreza y la acumulación del capital hasta los específicos debates de expertos en la teoría marxista de la forma valor. No hace falta decir que Uno Kōzō (1897-1977) fue un intelectual, en el sentido científico del término, con un profundo conocimiento de la teoría económica de Marx. Uno Kōzō protagonizó debates con muchos intelectuales de izquierda. Entre sus obras se cuentan multitud de ensayos llevando por título “Respuesta a la crítica del profesor X”, donde el “profesor X” muchas veces era un rival -como Kuruma Samezō (1893-1932)- pero también sus propios estudiantes y colaboradores como, por ejemplo, Furihata Setsuo (1930-2009). Actualmente, Uno Kōzō sigue considerándose una referencia para muchos economistas críticos, y en algunas ocasiones discutido críticamente. Ōtani Teinosuke (nacido en 1934), profesor emérito de economía en la Universidad Hōsei de Tokyo, continúa en la actualidad la crítica filológica iniciada por Kuruma Samenō, rival de Uno Kōzō, impartiendo regularmente hasta el día de hoy seminarios sobre El capital y los Grundrisse.

Tan pronto como en los años 1920, intelectuales como Kazuo Fukumoto por ejemplo, introdujeron algunos aspectos de la teoría marxista en Japón. En concreto algunos elementos relevantes de lo que se ha dado en llamar el “marxismo occidental” como la alienación, la reificación, etc. ¿Consideras estás nociones como centrales en el debate japonés? ¿Qué articulación puede existir entre el “marxismo occidental”, en sus formas más hegelianas (Lukács, Korsch, Escuela de Frankfurt), y el marxismo japonés?

En su conjunto, el problema del fetichismo y el valor juntamente con sus formas reificadas no ha sido tratado especialmente en el marxismo japonés. Ciertamente, Historia y conciencia de clase de Lukács fue parcialmente traducido en 1927. Pero no provocó un impacto considerable en la recepción del problema de la reificación. Existen excepciones, tal como nombramos anteriormente, Hiromatsu Wataru ha analizado abundantemente la noción de reificación. Según Wataru, existe un corte radical entre el temprano concepto “hegeliano” de alienación en los primeros trabajos de Marx y su noción de reificación en los trabajos de madurez tal como se trata en el teorema del Carácter fetichista de la mercancía del volumen I de El capital. Pero este último fue interpretado de manera incompleta por Hiromatsu, porque la dimensión intra-subjetiva no fue enteramente explorada. Juntamente con la noción de “reificación” (Verdinglichung), problematizó con la noción de “objetivación” (Versachlichung), más completa y profunda en el proceso de intercambio de mercancías y sus efectos en el plano intersubjetivo. Hiromatsu Wataru fue no obstante uno de los pocos en abordar claramente la cuestión del valor como fetiche y las formas en las que las relaciones sociales se convierten en relaciones entre cosas. Podemos constatar que, si bien esta problemática ha sido abordado, se ha limitado a la filosofía marxista, sin entrar en el campo de la economía teórica marxista. Pero incluso entre los filósofos, la concepción materialista ha estado a menudo contaminada por un lenguaje fenomenológico y existencialista, en ocasiones incluso idealista-fitchiano. Sin embargo, estos desarrollos pueden cambiar gracias al nuevo interés suscitado por la teoría del valor, que no puede en efecto eludir el problema del fetichismo. Un estudio recientemente publicado por el joven investigador Sasaki Ryūji, Marx’s Theory of Reifications. Thinking Material as the Critique of Capitalism” (2011), supone un avance en la exploración de una discusión tanto tiempo desatendida en Japón. Pero la discusión deberá recapitular la larga tradición producida en occidente, por ejemplo, por parte de la Escuela de Frankfurt. Benjamin, Adorno, Horkheimer y Marcuse no han sido tomados en serio como teóricos marxistas del problema del fetichismo. En Japón, sus textos fueron leídos a lo sumo como hermenéutica cultural (Benjamin) o sociología (Adorno, Marcuse). La recepción de la Escuela de Frankfurt y el impacto de su crítica no podemos decir que haya sido abrumadora. Por ejemplo, la idea de “abstracción real” de Alfred Sohn-Rethel, central en los enfoques recientes sobre la teoría de la forma valor, hasta donde yo conozco, no ha sido discutida en Japón. En este aspecto, se puede escribir una nueva página en la tradición marxista si se potencia la teorización por esa vía fecunda. Es extraño que haya tan pocos intelectuales japoneses que se puedan definir como “marxistas hegelianos” cuando Hegel ha sido un autor principal en los departamentos de filosofía desde el siglo XIX. Los filósofos Mita Sekisuke (1906-1975) y Funayama Shin’ichi (1907-1994) y su propuesta de “materialismo antropológico” representan la excepción. Por regla general, los economistas marxistas japoneses han evitado teorizar la reificación. Es interesante observar que en este contexto Mita Sekisuke fue también un crítico radical de Uno Kōzō.

Uno Kōzō es uno de los de los autores más conocidos del marxismo japonés en Francia. ¿Nos podría presentar sintéticamente su trabajo teórico? Una de las especificidades de la Escuela de Uno es la elaboración de la “teoría pura” del capital. Ese objetivo “trascendental” parece algo contraintuitivo y especulativo. ¿Qué elementos epistemológicos podemos destacar?

La idea del desarrollo de una “teoría pura” es elaborada por Uno Kōzō en su trabajo seminal, Keizai genron (1950-2/ 1964). Es más simple de lo que parece: para entender la estructura de la “sociedad mercantil”, es necesario distanciarse de las investigaciones empíricas e históricas con tal de formar una teoría que pueda ser válida más allá de su aplicación a la sociedad capitalista. El objetivo de Uno Kōzō era entender el capitalismo, pero inspeccionando la sociedad burguesa podemos entender las sociedades pre- y post- burguesas. Para construir una teoría del capitalismo que fuera útil, Uno Kōzō estaba dispuesto a dejar a un lado los datos históricos, tablas, estadísticas, encuestas… En mi opinión, la diferencia más sorprendente entre Keizai genron y El capital de Marx, a parte del método sobre el que volveré más tarde, es que El capital es primero y principalmente una CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA. En cambio Uno Kōzō no escribió una Crítica de la Economía Política sino que tomó de Marx su crítica de Smith, Ricardo, Say, Quesnay, etc. y las consideró como presupuestos establecidos. Es así como Uno Kōzō consiguió reescribir los tres volúmenes de El capital en un delgado libro de 227 páginas (al menos la edición de 1964), un logro remarcable.

Pero también intervino notablemente en la arquitectura de El capital. La mercancía, el dinero y el capital, que componen las tres primeras secciones de su Keizai genron, son consideradas como “formas de la circulación”. Por lo tanto, la doctrina de la circulación (ryūtsūron) se sitúa al inicio de su investigación. No hace falta señalar que Marx empieza con El proceso de producción del capital, donde analiza la mercancía y el dinero, pareciendo estos elementos puros medios de circulación. El propósito de Marx era mostrar aquello que no era evidente: que el dinero es una relación social fundada en la organización del trabajo (humano abstracto) en las sociedades capitalistas. Por el contrario, Uno Kōzō tiene una idea más bien “funcional” del dinero, dinero como medio de circulación. Con todo, debe señalarse que su análisis de la mercancía, el dinero y el capital abstrayéndose del proceso de trabajo es peculiar.

En mi opinión, lo menos interesante, aunque probablemente sea el aporte más conocido de Uno Kōzō es su enfoque en tres niveles (sandankairon) de la economía política: donde el primer nivel es la teoría pura; el segundo nivel se refiere al análisis de las fases del capitalismo (capital mercantil, industrial y financiero); y el tercero explora los acontecimientos políticos actuales y “reales”. No creo que este enfoque sea significativo en la obra de Uno Kōzō porqué no desarrolló los niveles segundo y tercero, aunque propuso una conceptualización metódica. Abandonó, a mi parecer sabiamente, la teoría de las fases característica del marxismo tradicional de Lenin o Luxemburgo y no siguió cierta moda de los años 50 hacia la conceptualización del capitalismo japonés. En cambio, concentró plenamente sus esfuerzos en entender la socialización capitalista (capitalist sociation) en el único marco de la “teoría pura” y redujo la esencia de la economía política a tres leyes fundamentales: la ley del valor, la ley de la población y la ley del equilibrio de la tasa de ganancia. No se dejó seducir por cuestiones tales como el fetichismo, la abstracción real, las “formas objetivadas del pensamiento” y otros elementos que fascinan la reciente marxología (incluida yo misma). Siguió la línea del rígido economista y exploró el capitalismo como un proceso donde las cosas suceden por alguna razón. No le interesaba encontrar porqué en las sociedades capitalistas “todo sucede como debe suceder y, por tanto, inapropiadamente” (alles mit rechten Dingen zugeht und doch nicht mit rechten Dingen (Adorno)).

En tu opinión, ¿qué limites tiene el enfoque de Uno Kōzō? La lectura de Marx a partir de la Teoría de la forma valor te parece una alternativa posible, metodológica, crítica y política, al aporte de Uno Kōzō?

Yo diría que los límites del enfoque de Uno Kōzō surgen precisamente al descartar los elementos “impuros” del capitalismo como formación histórica. Esto no concierne únicamente a la “acumulación originaria”. De hecho, Uno Kōzō dedica mucho espacio a la acumulación originaria. Pero el problema de la autonomización de la ley del valor, de la forma valor como fetiche históricamente determinado, y la complejidad de la abstracción real. En otras palabras, lo que falta en el enfoque de Uno Kōzō es la discusión detallada de la dimensión cualitativa del valor. La ley del valor no puede ser explicada exclusivamente en base a datos económicos. Fallaría el tiro si así fuera. La tarea de la economía política debe ser explicar porqué el trabajo en el capitalismo necesariamente adopta la forma de valor. En mi opinión, estas son las reflexiones indispensables para entender la sociedad capitalista. Analizar el modo de producción capitalista no puede ni debe hacerse de manera “pura”.

Por ejemplo, en mi proyecto de investigación, entre otras cosas, intento ver la relación entre la visión de Uno Kōzō sobre el dinero y el valor -una teoría del valor ni monetaria ni premonetaria, sino una teoría “funcional-relacional”- y su falta de interés por el problema del fetichismo y la reificación. El rechazo de la teoría laboral del valor -o más bien, su incomprensión- por parte del marxismo japonés es en este aspecto revelador. Uno Kōzō le reprocha a Marx haber desarrollado la teoría del valor dentro de “la esfera de la circulación” -en el capítulo sobre La mercancía en el volúmen I de El capital- en lugar de hacerlo en la esfera de la producción. Esta incomprensión de la obra de Marx, en mi opinión, es la responsable de la perpetua y creciente sospecha contra el teorema fundamental de Marx (el carácter fetichista de la mercancía), llegando al peculiar caso japonés donde incluso los economistas marxistas rechazan la teoría del valor por un supuesto “substancialismo”, ignorando completamente su ímpetu crítico. No es entonces casual la popularización de la teoría de la utilidad marginal y, con ella, la investigación económica puramente cuantitativa y su consecuente abandono de la crítica de la forma que adopta el trabajo. Este es el caso, por ejemplo, del economista ex-marxista Michio Morishima y su “Teoría del crecimiento económico”. Los salarios son de nuevo abordados como equivalentes de una cierta cantidad de trabajo, lo que provoca que, como mucho, se centre el interés en los aumentos salariales sin discutir el sistema salarial como tal, en su conjunto. Naturalmente, este es un fenómeno que se ha producido en prácticamente todos los países tardíamente industrializados.

Afortunadamente, las “nuevas lecturas” de la teoría del valor han ayudado a reintroducir la relación teórica entre valor, dinero, capital y trabajo. A menudo van más allá de Marx, lo que considero necesario y bienvenido. Al mismo tiempo, tengo la sensación que en ocasiones se reduce el ímpetu crítico de Marx perdiendo de vista la lucha política y cotidiana concreta. Tan importante es ir más allá de Marx como guardar en mente el intrínseco maximalismo de su proyecto: abolir el modo de producción capitalista y sus “formas de pensamiento objetivadas”. Empiecen en su lugar de trabajo.

* Elena Louisa Lange es investigadora asociada de la Universidad de Zurich, filósofa y especialista del Japón. Ha publicado “Failed abstraction – The Problem of Uno Kozo Reading of Marx’s Theory of the Value Form” en Historical Materialism, 22.1.

Entrevista realizada por Vincent Chanson y Frédéric Monferrand
Fuente: Période
Traducción de Ivan Gordillo para Marxismo Crítico.
 
Agradecemos a los amigos de la Revue Période su permiso para traducir y publicar esta entrevista.

sexta-feira, 21 de novembro de 2014

O racismo e a exploração capitalista

20 Nov 2014

Nos últimos meses, os inúmeros casos de racismo ocorridos no futebol brasileiro e na sociedade como um todo mostram que somos sim um país racista.

Senão vejamos: de acordo com dados do IBGE, a população brasileira conta atualmente com 202,7 milhões de pessoas, sendo que, deste total, 53% se declara negra ou parda. Apesar de serem a maioria da população, os trabalhadores negros ganham, em média, pouco mais da metade (56%) do rendimento recebido pelos trabalhadores brancos.

Trocando em miúdos, os negros possuem uma média salarial de R$ 1.334,79, enquanto que a média dos assalariados de cor branca é de R$ 2.396,74. Ou seja, tem razão Elza Soares quando canta que “a carne mais barata do mercado é a carne negra”.

Quando observamos sob o ponto de vista de gênero, as diferenças são ainda maiores: enquanto as mulheres brancas recebem aproximadamente 70% daquilo que recebem homens brancos, as negras ganham pouco mais de 40% daquilo que recebem os trabalhadores brancos do sexo masculino.

Os dados acima reforçam algo que já é sabido: a população negra brasileira se concentra nas camadas mais pobres da sociedade.

Segundo pesquisa realizada pelo Laboratório de Análises Econômicas, Históricas e Estatísticas das Relações Raciais (Laeser), a partir de dados da PNAD 2006, entre as pessoas que trabalham para outros exercendo funções sem remuneração (ou seja, não recebem qualquer pagamento pelo trabalho), somente 16,8% são homens brancos. Mulheres brancas e homens negros são 27%, e mulheres negras somam 29%.

Entre os trabalhadores remunerados, 58% das empregadas domésticas sem carteira assinada são mulheres negras, enquanto 36% são brancas. Já entre as que possuem carteira assinada, 41% são brancas e 48%, negras.

Nos setores em que a remuneração e a estabilidade profissional são maiores, porém sem carteira assinada, os homens negros são maioria (40%). Essa relação se inverte quando tratamos de empregados com carteira assinada. Nesse caso, 34,3% são homens brancos e apenas 28% são negros. As mulheres brancas são 22% das trabalhadoras com carteira assinada, enquanto as negras são 13%.

As diferenças persistem quando tratamos dos trabalhadores autônomos. Entre os que não possuem nível superior, 31% são homens brancos e 36% negros (as mulheres brancas e negras somam 16% cada). Para os que têm formação universitária, as diferenças raciais aumentam, enquanto as de sexo diminuem: homens e mulheres brancas são 43% e 37%, respectivamente, ao passo que homens e mulheres negras somam apenas 11% e 6,1%, cada.

Apenas no funcionalismo público, é que as diferenças de cor da pele e sexo são um pouco menores. Homens brancos são 24,7%, mulheres brancas 33,1%, homens negros 19,5% e mulheres negras 21,9%.

Racismo e desemprego


O racismo e a desigualdade entre homens e mulheres também estão presentes entre os desempregados. De acordo com o Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (Ipea), a taxa de desemprego da população de 16 anos ou mais de idade, segundo sexo e cor da pele, em 2009, era para os homens brancos e negros de 5,3% e 6,6%, respectivamente. Já entre as mulheres brancas e negras era de 9,2% e 12,5%.

Nem mesmo a maior escolaridade iguala os salários de homens e mulheres, negros e brancos. Na comparação entre homens com ensino fundamental, os negros recebem em média 76% do salário dos brancos. Entre os que possuem ensino médio, os negros recebem 74% do que ganham os homens brancos.

Segundo estudo do Dieese, quanto maior o nível de escolaridade maior a diferença salarial entre brancos e negros. Por exemplo, na indústria de transformação a desigualdade de rendimento por hora dos negros em relação aos não negros é de 18,4% entre os que possuem ensino fundamental incompleto, e de 40,1% para aqueles com ensino superior completo.

Todos esses dados revelam o profundo racismo existente na sociedade brasileira e nas relações de trabalho. Apenas quando são levadas em conta somente as aptidões intelectuais dos trabalhadores, as desigualdades racistas e machistas diminuem, como no caso do serviço público, onde a maioria das admissões é realizada por meio de concurso público, não importando a cor e (ou) sexo da pessoa. Porém, é preciso relativizar este fato e identificar o racismo e o machismo também aí, uma vez que a maioria dos postos de chefia no serviço público ainda é ocupada por homens brancos.

O racismo no mercado de trabalho


Em 2013, a Associação Brasileira de Recursos Humanos, de Santa Catarina, divulgou a existência de cerca de sete mil postos de trabalho à disposição no Estado. De acordo com o anúncio, o perfil procurado pelas empresas é de homem branco, entre 25 e 35 anos de idade. À época, nem todas as vagas foram preenchidas, pois os candidatos não tinham “as habilidades e competências necessárias”, ou seja, não correspondiam ao perfil exigido pelos patrões.

Apesar de tal fato ter passado impune, impor condições raciais para contratar funcionários, em qualquer que seja a empresa, é considerado pela Constituição ato racista, ou seja, é ilegal. O que observamos todos os dias nas relações de trabalho no Brasil é um racismo velado, no qual palavras referentes à cor da pele na maioria das vezes não são citadas, mas estão implícitas nas escolhas feitas na hora de contratar ou promover alguém.

No encontro nacional do Movimento de Mulheres Olga Benario, realizado em maio deste ano, no Recife, vários relatos de racismo no trabalho foram apresentados. “Se uma jovem branca, de cabelos lisos, especialmente se for loira e de olhos azuis, aparecer para ocupar uma vaga de emprego nos shoppings e estabelecimentos comerciais daqui, uma pessoa negra não tem a menor chance de conseguir aquela vaga, independente das qualificações das candidatas”, disse uma das companheiras presentes.

Esse tipo de discriminação acontece, na maioria das vezes, de forma inconsciente, pois o racismo e o machismo estão enraizados em nossa cultura e na ideologia dominante da sociedade de classes. Quem desconhece que os trabalhadores negros são direcionados para ocupar os cargos de menor remuneração? Ou que as promoções no emprego são preferencialmente para os homens brancos? Não faltam justificativas para tal discriminação: dizem que os clientes preferem ser atendidos por brancos, ou que os negros têm menor produtividade ou uma “educação diferenciada”, etc.

A quem interessa o racismo?


Na sociedade capitalista, em que a riqueza é resultado da exploração da força de trabalho dos operários e das operárias, os capitalistas têm todo o interesse em pagar os menores salários aos trabalhadores, pois, assim, seus lucros serão ainda maiores.

A burguesia, por isso, tem todo o interesse em manter e desenvolver o racismo e o machismo nas relações de trabalho para justificar as diferenças salariais entre brancos e negros, e entre homens e mulheres.

Logo, é evidente que o capitalismo, mesmo após a abolição legal da escravatura, aproveita- se do racismo e do machismo para aumentar a exploração sobre os trabalhadores, ainda mais no Brasil, país onde a escravidão da população negra existiu por quase 400 anos e mantém forte influência ainda hoje.

Quando a escravidão foi “abolida” em nosso país, em 1888, a maioria dos postos de trabalho era ocupada por negros, ainda escravos ou já libertos. A nova burguesia nascente preferiu jogar essa massa de trabalhadores no desemprego e contratar em seu lugar imigrantes europeus, sob a justificativa de que o trabalhador branco era “superior” ao negro na cultura, na produtividade, etc., e que traria “civilidade” ao Brasil republicano.

Os ricos foram além e passaram a dizer que a responsabilidade pela pobreza existente no Brasil era da grande quantidade de negros que aqui viviam. Assim, implementaram na Primeira República o chamado “Projeto Eugenista para o Brasil”, que visava a “embranquecer” a população.

Enquanto os imigrantes europeus tinham emprego e moradia garantidos, os negros engrossaram o exército de reserva do capitalismo e, sem terem onde morar, passaram a formar as primeiras favelas do país. Além disso, os imigrantes não se identificavam com o trabalhador negro, pois eram tratados de forma diferenciada. Assim, a burguesia brasileira conseguiu, desde a formação do nosso mercado de trabalho, implementar dois dos principais objetivos dos capitalistas: reduzir o preço da mão de obra através do aumento do desemprego, e dividir a classe trabalhadora, enfraquecendo sua luta contra os patrões.

Porém, engana-se quem pensa que somente os trabalhadores negros são prejudicados com o racismo. A flutuação dos salários, assim como o preço de qualquer mercadoria, gira em torno de um valor médio. Quanto mais baixos forem os salários, menor será a média salarial paga ao conjunto da classe trabalhadora. Por isso, os trabalhadores, brancos ou negros, homens ou mulheres, precisam estar conscientes de que seu inimigo principal não é seu companheiro de trabalho, mas o capitalista, e que qualquer “privilégio” racial ou de gênero dado pelos patrões não tem outro objetivo senão o de dividir a classe.

É preciso desenvolver a consciência de que, quando um trabalhador se sente superior ao outro por ser branco ou por ser homem, está reproduzindo a ideologia da classe que o explora e se distancia dos outros trabalhadores.

Eloá dos Santos, Rio de Janeiro

Fonte: A Verdade

segunda-feira, 17 de novembro de 2014

Capital finlandesa pode dar adeus ao transporte individual a partir de 2015

Testes para sistema impressionante de integração entre veículos urbanos toma formas em Helsinki

Em uma década, Helsinki, a capital da Finlândia, espera se tornar uma cidade livre de carros. Pelo menos no sentido individual da coisa. Lá, os jovens cidadãos sequer querem saber decomprar um. É esperado que, em dez anos, todas as formas de mobilidade sejam integradas e compartilhadas, sendo assim desnecessário o uso individual do veículo. Parece ficção científica utópica, mas a parada já está bastante palpável.


Isso porque, a partir do ano que vem, a cidade vai implantar um sistema de “mobilidade por demanda”, que funciona como uma “rede de compartilhamento de automóveis” totalmente disponível por um app. Por meio de um smartphone, a pessoa informa até onde quer ir e o aplicativo arranja o melhor tipo de transporte, além de já fazer o pagamento por isso. Os caras inventaram o celular com a Nokia (quem descobriu isso assistindo Transformers toca aqui!) e agora estão realmente levando a tecnologia portátil ao nível absurdamente grande. Sério.

“Pera ai, cara, eu não entendi nada disso dai!” Acalmai teus ânimos, amiguinho, a coisa é realmente complexa e vamos ver as aplicações disso. Segundo o Helsinki Times, esse sistema deverá ser inteligente o bastante para saber se vai chover ou não e, dessa forma, indicar se sua rota será feita com um ônibus ou de bicicleta, por exemplo. Se for viável ainda que o usuário utilize diversos meios de transporte, isso também será indicado pelo sistema.

Os usuários desse sistemas poderão pagar por milhas percorridas ou assinar um pacote mensal ilimitado. Pense nisso como um Bilhete Único, só que no seu celular, englobando absolutamente todo tipo de transporte disponível para você. Aliás, esse sistema tem um primo menor já rolando lá no topo do hemisfério: nele, você chama um dos micro-ônibus elétricos sob trilhos (movidos por computadores que levam umas nove pessoas) e o sistema te indica a rota mais direta para seu objetivo e voilà, nada de itinerários absurdos. Tão simples quanto andar de carro, mas ainda melhor! A taxa, nesse sistema, é um pouco mais cara do que usar o ônibus normalmente, mas ainda mais barata que um táxi. E se houver mais gente querendo fazer a mesma rota, a turma toda paga mais barato. Imagina uma coisa dessas no ônibus para Armênia? Posso dizer que, se essa moda realmente pegasse, que admirável mundo novo seria!

Esse vídeo (pequenininho, nossa) mostra um pouco como funcionam os trens/micro-ônibus da cidade finlandesa:

Fonte: eCycle, fundamentado nas fontes MNN, Helsinki Times.

Chegando Revista Lutas Sociais num. 32

Breve!

sexta-feira, 14 de novembro de 2014

Justiça chilena condena seis membros do CC por sequestro de comunista em 1976

Título original: Justicia dicta condena contra seis miembros del Comando Conjunto por secuestro calificado de joven comunista en 1976


12 Noviembre 2014

El ministro en visita extraordinaria para causas por violación a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez Plaza, dictó sentencia definitiva en la investigación por el secuestro calificado de Juan Luis Quiñones, ilícito perpetrado a partir del 23 de julio de 1976, en la Región Metropolitana. En la causa, el ministro Vázquez condenó a los ex agentes del denominado Comando Conjunto Miguel Estay Reyno, César Palma Ramírez, Enrique Ruiz Bunguer, Manuel Muñoz Gamboa, Daniel Guimpert Corvalány Juan Saavedra Loyola, a penas de 10 años de presidio como co-autores del delito. Asimismo, absolvió al agente José Pernau Cárdenas, por falta de participación.

De acuerdo a los antecedentes recopilados en el proceso, se logró determinar los siguientes hechos:

"a) Que Juan Luis Quiñones Ibaceta pertenecía a la Juventud del Partido Comunista (JJCC), al menos desde el año 1968 y, a consecuencia del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, empezó a participar clandestinamente en actividades partidistas.

b) Que entre los años 1975 y 1976, se formó y operó en esta ciudad de Santiago una agrupación de inteligencia jerarquizada con estructura militar, conformada principalmente por efectivos de la Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Chile (DIFA), de Carabineros de Chile (DICAR), de la Armada (SIN) y civiles adscritos a la Fach, denominado Comando Conjunto, y uno de sus objetivos, al tener como colaboradores a dos ex miembros de las Juventudes del Partido Comunista, fue el perseguir, reprimir y desmantelar su organización partidista, por lo que se buscaba, detenía y privaba de libertad ilegalmente a sus integrantes, obteniendo información de ellos a través de la tortura, los que posteriormente eran liberados sin cargos o bien se les mantenía privados de libertad en recintos secretos y desconocidos en la época de la detención. Entre los inmuebles utilizados para cumplir con su objetivo se encontraba el ubicado en calle Dieciocho, frente al número 229, que se conociera como "La Firma", el que fue utilizado como centro secreto de detención entre marzo a noviembre de 1976 por esta agrupación de agentes.

c) Que en ese contexto el 23 de julio de 1976, el militante de la juventud comunista Juan Luis Quiñones Ibaceta, estando escondido en la casa de Luis Délano concurrió a una reunión, previamente concertada con un ex compañero apodado "El Fanta", en calle Balmaceda con puente Bulnes, donde éste le proporcionaría ayuda para salir del país. Al llegar a dicho lugar fue detenido y subido contra su voluntad a un vehículo, siendo trasladado al cuartel de calle Dieciocho, donde se le mantuvo privado de libertad y desde esa fecha hasta el día de hoy se carecen de noticias de su real paradero".

En el aspecto civil, se ordena al fisco pagar una indemnización de $150.000.00 (ciento cincuenta millones de pesos) por concepto de daño moral a Ana Rebeca Núñez, cónyuge de la víctima.

Fonte: Clarín

México: restos mortais encontrados não são dos 43 estudantes desaparecidos


Equipe de especialistas disse que materiais analisados não tem nenhum parentesco biológico com os estudantes e episódio acentua o debate sobre desaparecimentos forçados no país
 
12/11/2014

Depois de analisar as primeiras seis valas de Cerro Viejo e os localizados pela Procuradoria Geral da República do México, no lixão de Cocula, os peritos da Equipe Argentina de Antropologia Forense (EAAF) chegaram a conclusão que os restos mortais encontrados não são dos 43 estudantes desaparecidos em setembro. Até então os procuradores já davam como certo que as valas encontradas eram dos estudantes.

Em comunicado, a EAAF revelou que “até o momento, não tem havido identificação entre os restos mortais recuperados e os 43 estudantes [...] nenhum deles mostrou probabilidade de parentesco biológico”.

Foram analisados 30 restos encontrados em Cerro Viejo, nove em La Parota e os encontrados no lixão de Cocula, cuja quantidade não é precisada no comunicado.

O episódio acentua o debate sobre os desaparecimentos forçados no México, já que se desconhece a quem corresponde os restos encontrados nos locais citados acima.

O caso


Oitenta estudantes da escola rural para professores Raúl Isidro Burgos, da cidade de Iguala, viajavam em ônibus da empresa Costa Line. No dia 26 de setembro, estavam se organizando para coletar fundos para pagar a escola.

Quando já iam sair dali, alguns patrulheiros da polícia municipal quiseram parar a caravana, que não quis parar. Os policiais, então, segundo o testemunho anônimo de um jovem presente no local, começaram a disparar em direção aos ônibus.

A princípio, os policiais dispararam contra os ônibus, mas, depois de algumas horas, quando os estudantes davam uma coletiva de imprensa para denunciar o ataque contra eles, outros homens sem uniforme, que muitas testemunhas reconheceram como policiais municipais, dispararam outra vez e, mais tarde, balearam outro ônibus no qual viajavam jogadores da equipe local de futebol Avispones.

O saldo foi de seis mortos, três dos quais estudantes, e vinte feridos. Cinquenta e sete estudantes despareceram, sendo que vinte deles, como afirmam testemunhas oculares, foram levados à força por policiais de Iguala e do Estado de Guerrero. Quase duas semanas depois, 43 estudantes ainda estão desaparecidos.

Fonte: Brasil de Fato

 

Meu filho está vivo


RESUMO
Militón Ortega é pai de Mauricio Ortega, 17, um dos 43 estudantes de uma escola rural mexicana que estão desaparecidos desde 26 de setembro, quando o ônibus em que estavam foi atacado na cidade de Iguala por narcotraficantes e por policiais para que não fossem a uma cerimônia em que a primeira-dama da cidade apresentaria sua candidatura à prefeitura; muitos creem que os alunos estejam mortos, Militón não.

_____

Meu irmão me ligou às 10 horas do dia 27 de setembro para dizer que meu filho Mauricio, de 17 anos, estava junto com outros 42 estudantes em um ônibus que tinha sido sequestrado por narcotraficantes no dia anterior.

Sou padeiro, estava fazendo pães e doces, a família cuida de uma pequena horta. Paramos tudo o que fazíamos. Nossa vida mudou.

Vivo na montanha, em Monte Alegre [povoado de 371 habitantes, dentro do município de Malinaltepec, a 1.720 metros de altitude e onde 86% da população fala língua indígena).

O povoado fica a sete horas de carro da escola de magistério onde meu filho estudava. A última vez que ele tinha estado em casa foi umas duas semanas antes do sequestro.

Mauricio começou na Escola Normal de Ayotzinapa em julho. Ele é o mais velho de nossos cinco filhos, e é a primeira pessoa da família a ir adiante nos estudos.

Será o primeiro professor da família, e tenho um orgulho enorme dele.

Esses jovens estão vivos. Meu filho está vivo. Acho que estão sequestrados em algum lugar. O governo que se mexa para encontrá-los.

O presidente [Enrique Peña Nieto] levou várias semanas para nos receber e o fez graças à pressão de muita gente. Ele nos disse em Los Pinos [o palácio presidencial, na Cidade do México] que sofria nossa dor e estava conosco moralmente. E disse que reforçaria as buscas pelos estudantes. Até agora não vimos resultado.

Mas falou que havia "chegado a um acordo" com os familiares, que o governador de Guerrero já tinha renunciado. Como pai, isso não me interessa. Sofrimento não se negocia. Confiança se conquista com feitos.

O governo federal já queria fechar o caso. Ouviram um delinquente dizendo que eles tinham sido mortos, incinerados e jogados no rio, mas era mentira.

Já quiseram até discutir reparação de danos em uma das nossas reuniões. Não aceitamos. Não dá para encerrar o caso ou começar a falar de dinheiro. Eles querem nos dividir?

CÚMPLICES DO PODER

Em Guerrero há muita insegurança. Os narcotraficantes são tolerados e são até cúmplices do poder. Têm vínculos com o Exército, a polícia, os servidores públicos.

Eu disse isso ao próprio procurador-geral da República. Nós sempre ouvimos falar de crimes, mas a gente não acha que algum dia isso possa acontecer com a nossa própria família.

O governo não tem credibilidade. Mas o que aconteceu em Iguala, onde o prefeito era ligado aos narcos, acontece no país inteiro.

Eles pagam as campanhas políticas, então podem fazer o que quiserem.

Vou a protestos, vigílias, ao palácio presidencial, não paro. O perigo é a chama acabar, o perigo é que as pessoas esqueçam do nosso caso, que mudem de assunto. Precisamos ser incansáveis para não deixar isso acontecer.

Mauricio reclamava muito da escola, que estava caindo aos pedaços, que não há dinheiro para reformas, nem para comprar materiais.

Meu filho já tinha participado de coletas de dinheiro em povoados para arrecadar fundos para a manutenção de Ayotzinapa.

Parte da reforma educativa do governo prevê o fechamento das escolas normais do país, que formam professores nas zonas rurais.

Sabe por que querem fazer isso? Porque delas saem professores com espírito crítico. São obstáculos para qualquer governo.

Fonte: Folha UOL

É tudo, tudo igual. Iguala ou Belém

10 Nov 2014

 
O crime que vitimou 43 jovens no povoado de Iguala, estado de Guerrero, no México ocorreu há mais de um mês. No início, a estratégia do governo e da mídia foi a de vincular os jovens com o cartel de traficantes da região, conhecido pelo nome de “Guerreros Unidos”. A mobilização popular por justiça e punição dos assassinos, no entanto, comprovou as ligações do governo local com o narcotráfico e quando os policiais acusados de praticar os assassinatos foram presos, o cartel realizou ataques exigindo que fossem libertados.

O povo mexicano decidiu dar um basta às milícias, ao uso do narcotráfico para amedrontar a população e à violência oficial do Estado. Neste último mês, sedes de governos e prefeituras foram ocupados, grupos de autodefesas foram formados, marchas multitudinárias foram realizadas na capital do país e em outras importantes cidades e uma greve geral está sendo preparada para o início de Dezembro. Uma verdadeira corrente de solidariedade se fortalece em todo país exigindo que a morte dos jovens de Iguala não seja em vão.

Nem a distância geográfica, nem a falta de informações mais profundas por parte da grande mídia pode nos fazer pensar que estamos longe da realidade do México. É verdade que a televisão brasileira fez mais reportagens nesse período sobre eventuais problemas climáticos nos Estados Unidos do que sobre a tragédia que ocorre com nossos irmãos da América Latina. Mas a chacina que ocorreu em Belém na madrugada do dia 05 de novembro talvez nos faça atentar para a realidade.

Há relatos que dão conta de até 35 mortes nos bairros de Guamá, Terra Firme e Jurunas, periferia de Belém. Até agora, o governo do estado confirma apenas 10 mortes. Entre essas pessoas está um jovem de 16 anos – Eduardo Galucio Chaves – que voltava da escola. Uma pessoa com necessidades especiais foi alvejada com cinco tiros e morreu após se assustar com o barulho e correr, conforme denúncia de Francisco Batista da Comissão de Justiça e Paz.

A estratégia do governo e da mídia brasileira é similar a de seus pares mexicanos: vincular as mortes ao envolvimento com o tráfico. É muito óbvio, no entanto, encontrar os verdadeiros responsáveis uma vez que a chacina teve início como vingança após o assassinato de um cabo da Polícia Militar. A chacina foi abertamente organizada e propagandeada pelos policiais através de diferentes redes sociais mas, até hoje, ninguém foi preso.

Diferente do que ocorreu no México, a chacina de Belém não despertou a mobilização social contra o assassinato de inocentes. A revolta permanece surda e restrita aos lugares impactados pelas mortes.

O que a chacina de Belém talvez nos faça ver é que México e Brasil vivem situações muito parecidas. Em ambos os países existe um forte poder econômico nas mãos do narcotráfico, este mesmo narcotráfico está profundamente ligado aos órgãos estatais através das milícias e grupos de extermínio, e os governos manejam com narcotráfico e milícia para impor o medo à população. O povo do México percebeu que a luta social é a forma de dar um basta a essa situação. Quantas chacinas como a de Belém serão necessárias para que os brasileiros tomem a mesma decisão?

Jorge Batista, São Paulo

Fonte: A Verdade

Por que você deve pensar bem antes de comprar uma roupa irrealisticamente barata?

Adriana Carranca
11 Novembro 2014
Por Livia Firth e Monique Villa*

Na última década, além de roupas baratas, tem nos sido vendido um mito: o de que comprar uma camisa por U$ 2 é um direito de nossos tempos. A verdade é que não há nada de democrático no princípio de comprar roupas por preços irrealistas. A equação é simples: se queremos que as coleções cheguem mais rápido às prateleiras, os produtores têm de trabalhar mais e mais rápido; se queremos que nossas roupas custem menos, então o custo da produção e os salários têm de ser menores.

Para atender ao que se tornou uma corrida global pela chamada “fast-fashion” (o fast-food da moda), marcas passaram a exigir a troca constante de novas coleções, os estoques são mantidos intencionalmente baixos para impulsionar as compras, e a rede de fornecedores têm de responder às últimas tendências, trocando a produção em questão de horas. Como resultado, as roupas estão mais baratas e perecíveis do que nunca, alimentando os ganhos da indústria de vestuário, de U$ 3 trilhões ao ano.

No ano passado, o colapso do prédio Rana Plaza, em Bangladesh, onde funcionava um complexo de fabriquetas – que produziam roupas para as mais populares marcas do Ocidente – deixou quase 1.200 trabalhadores mortos, no maior acidente industrial em 30 anos, e colocou em evidência os custos humanos da “fast-fashion”, um alerta para que o público começasse a fazer uma pergunta importante: quem está por trás das roupas que vestimos?

A resposta está frequentemente ligada a uma dinâmica complexa, um mecanismo de exploração que funciona na base da cadeia moderna de suprimentos, e que tem suas raízes na pobreza, na negligência e, mais do que tudo, na corrupção, o combustível que abastece a escravidão moderna.

De acordo com a organização Walk Free, há pelo menos 30 milhões de pessoas escravizadas no mundo, o maior número na história. Infelizmente, o tráfico de pessoas é um negócio que cresce rapidamente e movimenta quase U$150 bilhões ao ano, mais do que o PIB da maioria dos países africanos e três vezes os lucros anuais da Apple.

Escravidão é um assunto global, que vai além da indústria da moda. Relatórios recentes destacam o apelo de nepaleses que trabalham na construção civil no Qatar por U$ 0,75 a hora em jornadas de 20 horas e de imigrantes birmaneses na Tailândia que são traficados, brutalmente espancados e escravizados para pescar em alto mar o  camarão que chega aos nossos pratos.

Hoje, se comparado o PIB de países com o lucro de corporações globais, percebe-se que estas são maiores e mais poderosas que muitos governos. No entanto, essas entidades transnacionais são pouco questionadas. As cadeias de suprimentos estão se tornando cada vez mais longas e complexas e frequentemente transferem sua responsabilidade à certificação de terceirizados que, na realidade, não garantem muita coisa. Mesmo quando as empresas querem fazer a coisa certa, muitas vezes não sabem o que se passa exatamente em suas cadeias de suprimentos.

E há a corrupção. Muitas das fábricas em Bangladesh, onde os trabalhadores mal pagos perderam suas vidas, assim como centenas de fábricas indianas, onde as meninas são vítimas de trabalho forçado, foram “eticamente auditadas”. Mas algumas destas auditorias não são nada mais do que negócios lucrativos e fraudulentos administrados por empresas impostoras locais contratadas por grandes multinacionais.

Segundo a ONU, tanto os governos como as empresas compartilham um princípio de responsabilidade. Em outras palavras, os Estados têm a obrigação de estabelecer salários mínimos legais justos e as empresas devem pagar os salários em conformidade. Mas a ONU também afirma claramente que, se os governos não conseguem garantir padrões salariais adequados, as empresas têm a obrigação de respeitar o direito humano a um salário mínimo e, portanto, devem estar prontas para tomar a iniciativa nesse sentido.

Uma economia cada vez mais global exige normas e regulamentos internacionais.

Temos normas rígidas e bem definidas de segurança e de regulamentação em toda a indústria da aviação, por que não deveríamos ter medidas universais para manter a escravidão fora das cadeias de abastecimento?

Mas a regulamentação global não é certamente a única resposta. Na verdade, se usarmos o mercado como uma força para o bem, poderíamos ver a mudança em um ritmo muito mais acelerado. Os governos podem levar anos para aprovar leis, e talvez nunca aplicá-las, enquanto as grandes empresas têm a capacidade de pagar preços de produção mais justos e realistas imediatamente, impactando todo o mercado e mudando a vida de milhões de indivíduos com  a decisão simples de retribuir de forma adequada seus trabalhadores.

Um salário digno é um direito humano e é fundamental que os consumidores estejam plenamente conscientes do poder em suas mãos. Nós estaremos no caminho certo somente quando olharmos para um vestido de U$ 8 como um alerta vermelho e não como um bom negócio.

* Livia Firth é diretora de criação Eco Age e Monique Villa é CEO da Fundação Thomson Reuters. A escravização de pessoas na cadeia produtiva é um dos temas da Conferência Trust Women, que reúne organizações, corporações e governos para discutir a aplicação e o avanço de leis pelos direitos das mulheres. O jornal Estado é parceiro da conferência, que ocorre em Londres nos dias 18 e 19 de novembro. O artigo foi escrito com exclusividade para o blog Do Front.

Foto: Reuters
Fonte: Estadão

quarta-feira, 12 de novembro de 2014

Sem tempo para sonhar: EUA têm mais negros na prisão hoje do que escravos no século XIX


Dodô Calixto
28/08/2013

No dia histórico do discurso “eu tenho um sonho”, de Martin Luther King, panorama social é dramático aos afrodescendentes norte-americanos.

O presidente norte-americano, Barack Obama, participa nesta quarta-feira (28/08) em Washington de evento comemorativo pelo aniversário de 50 anos do emblemático discurso “Eu tenho um Sonho”, de Martin Luther King Jr. - considerado um marco da igualdade de direitos civis aos afro-americanos. Enquanto isso, entre becos e vielas dos EUA, os negros não vão ter muitos motivos para celebrar ou "sonhar com a esperança", como bradou Luther King em 1963.

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De acordo com sociólogos e especialistas em estudos das camadas populares na América do Norte, os índices sociais - que incluem emprego, saúde e educação - entre os afrodescendentes norte-americanos são os piores em 25 anos. Por exemplo, um homem negro que não concluiu os estudos tem mais chances de ir para prisão do que conseguir uma vaga no mercado de trabalho. Uma criança negra tem hoje menos chances de ser criada pelos seus pais que um filho de escravos no século XIX. E o dado mais assombroso: há mais negros na prisão atualmente do que escravos nos EUA em 1850, de acordo com estudo da socióloga da Universidade de Ohio, Michelle Alexander.


Há mais negros do que nunca nas penitenciárias dos EUA

“Negar a cidadania aos negros norte-americanos foi a marca da construção dos EUA. Centenas de anos mais tarde, ainda não temos uma democracia igualitária. Os argumentos e racionalizações que foram pregadas em apoio da exclusão racial e da discriminação em suas várias formas mudaram e evoluíram, mas o resultado se manteve praticamente o mesmo da época da escravidão”, argumenta Alexander em seu livro The New Jim Crow.

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No dia em que médicos brasileiros chamaram médicos cubanos de “escravos”, a situação real, comprovada por estudos de institutos como o centro de pesquisas sociais da Universidade de Oxford e o African American Reference Sources, mostra que os EUA têm mais características que lembram uma senzala aos afrodescendentes que qualquer outro país do mundo.

Em entrevista a Opera Mundi, a professora da Universidade de Washington e autora do livro “Invisible Men: Mass Incarceration and the Myth of Black Progress”, Becky Pettit,argumenta que os progressos sociais alcançados pelos negros nas últimas décadas são muito pequenos quando comparados à sociedade norte-americana como um todo. É a “estagnação social” que acaba trazendo as comparações com a época da escravidão.

“Quando Obama assumiu a Presidência, alguns jornalistas falaram em “sociedade pós-racial” com a ascensão do primeiro presidente negro. Veja bem, eles falaram na ocasião do sucesso profissional do presidente como exemplo que existem hoje mais afrodescendentes nas universidades e em melhores condições sociais. No entanto, esqueceram de dizer que a maioria esmagadora da população carcerária dos EUA é negra. Quando se realizam pesquisas sobre o aumento do número de jovens negros em melhores condições de vida se esquece que mais que dobrou o número de presos e mortos diariamente. Esses não entram na conta dos centros de pesquisas governamentais, promovendo o “mito do progresso entre nos negros”, argumenta.

Segundo Becky Pettit, não há desde o começo da década de 1990 aumento no índice de negros que conseguem concluir o ensino médio. Além disso, o padrão de vida também despencou. Além do aumento da pobreza, serviços básicos como alimentação, saúde, gasolina (utilidade considerada fundamental para os norte-americanos) e transportes público estão em preços inacessíveis para muitos negros de baixa renda. Mais de 70% dos moradores de rua são afrodescendentes.
Negros na administração Obama têm indíces sociais mais baixos que na época de George W. Bush

Michelle Alexander, por sua vez, critica o sistema judiciário do país e a truculência que envia em massa às prisões os negros. “Em 2013, vimos o fechamento de centenas de escolas de ensino fundamental em bairros majoritariamente negros. Onde essas crianças vão estudar? É um círculo vicioso que promove a pobreza, distribui leis que criminalizam a pobreza e levam as comunidades de cor para prisão”, critica em entrevista ao jornal LA Progresive.

Fonte: Operamundi